D. Jorge Portela Sarria, dueño de la antigua Gran Peletería Francesa de Madrid, fue el fundador de Friopiel.
En 1951, recordaba un viaje que había hecho a Nueva York donde había visitado una Cámara Frigorífica dedicada a la conservación de pieles. Y le vino la idea de instalar una en Madrid, dedicado exclusivamente a guardar las pieles durante los meses de verano.